Desarrollar una personalidad de marca es fundamental en la estrategia de marketing digital, ya que es la que define el lenguaje y tono con que nos dirigimos a nuestros clientes y posibles clientes.
Que la audiencia se sienta cómoda recibiendo nuestra información y la acepte, depende de cómo estructuremos los mensajes. Sin embargo, la importancia de desarrollar una personalidad de marca, muchas veces pasa desapercibida en el desarrollo de estrategias de marketing.
Una personalidad de marca nos permite tener mayor afinidad con nuestros clientes
Podríamos definir una personalidad de marca como el conjunto de características emocionales y asociativas con las que nuestros clientes conectan o se identifican, las cuales nos permiten tener mayor afinidad con él.
Para desarrollar la personalidad de una marca, es posible tomar en cuenta los arquetipos descritos por el psicoanalista Carl Gustav Jung durante la primera mitad del siglo XX. Pero ahora les comparto una reinterpretación de éstos, traídos al nuevo mundo y adaptados a la percepción de nuestros amados e incomprensibles millenials.
Éstos ejemplos te pueden servir de referencia por cualidades y características, pero es importante recalcar cada quien puede desarrollar sus propios arquetipos.
El Walter White
Se trata marcas con personalidad fría, dura y calculadora. Atraer la atención del cliente puede no ser su mayor preocupación, sin embargo las encuentra atractivas por la forma de desarrollar sus productos. Puede asociarse a empresas que no llevan mucho tiempo en el mercado, pero cuyo producto está posicionado. Un ejemplo es Uber, ya que no se preocupa demasiado por el usuario (en cuanto a quejas, dudas y aclaraciones) y aún así todos lo amamos.
El Tony Stark
Como el mismo Iron Man lo dice, su imagen es de genio, millonario, playboy, filántropo. Se puede asociar a marcas que buscan proyectar un perfil aspiracional. Ansían promocionar su producto como algo de élite o de moda, con un toque arrogante pero inclusivo con el que cualquiera pueda identificarse. Ejemplos de éstas marcas son Facebook y Apple.
El Deadpool
Se puede relacionar con empresas que buscan desarrollar una comunidad. Éste arquetipo rompe la cuarta pared (al igual que Deadpool) y se comunica de forma directa con el cliente sin ser invasivo. Son los denominados “tíos” de las redes sociales, como Netflix, Captain Morgan y Virgin Movile.
La Emma Watson
Se trata de una mezcla entre ‘El cuidador’ y ‘El gobernante’, dos arquetipos de Jung. Al igual que Emma Watson en ‘The bling ring’, éste arquetipo puede ser sumamente sexy, atrevido y elocuente. Pero repentinamente puede convertirse en la Emma Watson que entrevistó a Malala, la niña que gañó el Premio Nobel de la Paz por defender el derecho de las mujeres a la educación. Un ejemplo de este caso es Tecate, una empresa que se muestra “en pro de los hombres machos” y al mismo tiempo en contra de la violencia hacia la mujer.
El Rick (de Rick and Morty)
Este arquetipo es desagradable pero tiene algo que nos gusta y nos mantiene atentos a lo que hace. Como en la serie animada ‘Dragon Ball Super’ que nos decepciona con cada episodio, pero no podemos dejar de verla. Para otro ejemplo, dense una vuelta por la fan page Dr. Ricardo Madrigal – Urólogo. ¡Buena suerte!
Los arquetipos son cualidades que la sociedad reconoce y acepta
En general, los arquetipos son cualidades que la sociedad reconoce, por lo cual los identifica y acepta la información que proviene de ellos de manera más fácil.
Recuerda que nada en el marketing es una ley. Todo se basa en desarrollar métodos propios y en experimentar para conocer a nuestro público y mercado.
¡Nos vemos dentro de dos años, cuando vuelva a escribir! Pero si tienen dudas no olviden que pueden mandarme un tweet o preguntarme en mi fanpage y con gusto les contesto. Au revoi.